ODS 15, la vida de los ecosistemas terrestres

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Después de 40 días extraviados en la selva de Colombia encontraron con vida a 4 niños de 13, 9, 4 y 1 años, gracias a su conocimiento de las plantas y especies. Astrid Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), dijo que afortunadamente «la selva estaba en cosecha» y podían comer frutas que estaban en flor. Podríamos definirlo como un milagro o tal vez deberíamos hacer un reconocimiento a todo lo que nos ofrecen los bosques y ecosistemas terrestres.

¿Qué es el ODS 15?

El ODS 15 se refiere al Objetivo de Desarrollo Sostenible número 15, que forma parte de la Agenda 2030 adoptada por las Naciones Unidas en 2015. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de metas globales para abordar los desafíos sociales, económicos y ambientales a nivel mundial.

El ODS 15 se centra en la conservación y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, la gestión sostenible de los bosques, la lucha contra la desertificación, la detención e inversión de la degradación del suelo y la protección de la biodiversidad. Su objetivo principal es promover la conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas terrestres, asegurando la gestión sostenible de los bosques, combatiendo la desertificación, deteniendo la degradación del suelo y frenando la pérdida de biodiversidad.

Algunas metas específicas del ODS 15 incluyen la reducción de la deforestación, la restauración de los ecosistemas degradados, la conservación de las áreas protegidas, la promoción de prácticas sostenibles de gestión de la tierra y la conservación de la diversidad biológica tanto en la tierra como en los ecosistemas acuáticos.

El ODS 15 reconoce la importancia de los ecosistemas terrestres para el bienestar humano, la seguridad alimentaria, la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad. Al abordar los desafíos relacionados con la gestión de los ecosistemas terrestres, se busca garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los recursos naturales y proteger la diversidad biológica para las generaciones futuras.

La importancia de los ecosistemas terrestres

Alrededor de 1.600 millones de personas dependen de los bosques para su sustento, incluidos 70 millones de personas indígenas, ya que albergan a más del 80% de todas las especies terrestres de animales, plantas e insectos. Pero sólo entre 2010 y 2015, el mundo perdió 3,3 millones de hectáreas de áreas forestales.

2.600 millones de personas dependen directamente de la agricultura, pero el 52% de la tierra utilizada para la agricultura se ve moderada o severamente afectada por la degradación del suelo, afectando directamente al 74% de los pobres.

De las 8.300 razas de animales conocidas, el 8% está extinto y el 22% está en peligro de extinción. De las más de 80.000 especies de árboles, menos del 1% se han estudiado para su posible uso. Los peces proporcionan el 20% de las proteínas animales a unos 3.000 millones de personas. Solo diez especies proporcionan alrededor del 30% de la pesca de captura marina y diez especies proporcionan alrededor del 50% de la producción acuícola.

Más del 80% de la dieta humana está compuesta por plantas. Solo tres cultivos de cereales (arroz, maíz y trigo) proporcionan el 60% de la ingesta energética.

Aproximadamente, el 80% de las personas que viven en las zonas rurales de los países en desarrollo, dependen de medicamentos tradicionales basados en plantas para la atención básica de la salud.

Los microorganismos e invertebrados son clave para los servicios de los ecosistemas, pero sus contribuciones aún son poco conocidas y raramente reconocidas.

Tenemos la obligación de proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.

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El impacto de estos ecosistemas en nuestro planeta

Los ecosistemas terrestres tienen un impacto significativo en nuestro planeta en varios aspectos. Aquí hay algunos de los impactos más destacados:

  • Ciclos biogeoquímicos: los ecosistemas terrestres desempeñan un papel crucial en los ciclos biogeoquímicos, como el ciclo del carbono, el ciclo del nitrógeno y el ciclo del agua. A través de procesos como la fotosíntesis, la descomposición y la respiración de las plantas y los microorganismos, los ecosistemas terrestres influyen en la distribución y disponibilidad de elementos y compuestos químicos esenciales para la vida en la Tierra.
  • Regulación climática: los ecosistemas terrestres, especialmente los bosques, desempeñan un papel fundamental en la regulación del clima. Las plantas absorben dióxido de carbono (CO2) a través de la fotosíntesis, ayudando a reducir la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y mitigar el calentamiento global. Además, los ecosistemas terrestres también influyen en la distribución de las precipitaciones y los patrones climáticos regionales.
  • Biodiversidad: los ecosistemas terrestres son hogar de una gran diversidad de especies, desde plantas y animales hasta microorganismos. La biodiversidad es fundamental para el funcionamiento equilibrado de los ecosistemas y desempeña un papel clave en la polinización de cultivos, la seguridad alimentaria, la regulación de plagas, la estabilización de ecosistemas y la adaptación a cambios ambientales.
  • Recursos naturales: los ecosistemas terrestres nos proveen de una amplia gama de recursos naturales. Los bosques, por ejemplo, son fuentes de madera, alimentos, medicinas y productos no maderables como resinas y aceites. Además, los suelos de los ecosistemas terrestres son fundamentales para la agricultura, ya que proporcionan nutrientes y soporte físico para el crecimiento de los cultivos.
  • Protección contra desastres naturales: los ecosistemas terrestres desempeñan un papel crucial en la protección contra desastres naturales, como inundaciones, deslizamientos de tierra y tormentas. Los bosques, los manglares y las áreas de vegetación densa ayudan a absorber el exceso de agua, estabilizar el suelo y reducir la erosión, actuando como barreras naturales de protección.

Es importante reconocer la importancia de los ecosistemas terrestres y tomar medidas para su conservación y gestión sostenible. La pérdida y degradación de estos ecosistemas pueden tener impactos negativos en el equilibrio ecológico, la biodiversidad, el clima y la disponibilidad de recursos naturales, lo que a su vez afecta nuestra calidad de vida y la sostenibilidad del planeta.

Una labor en la que todos participamos

Los ecosistemas terrestres desempeñan un papel fundamental en nuestro planeta. Son indispensables para mantener el equilibrio ecológico, regular el clima, conservar la biodiversidad y proveernos de recursos naturales esenciales.

Su preservación y gestión sostenible son fundamentales para garantizar la salud del planeta y el bienestar humano a largo plazo. Debemos tomar conciencia de su importancia y tomar medidas para conservar y proteger estos valiosos ecosistemas, promoviendo prácticas sostenibles, reduciendo la deforestación, restaurando los ecosistemas degradados y promoviendo la conservación de la biodiversidad. Al hacerlo, estaremos asegurando un futuro sostenible para las generaciones venideras y promoviendo un planeta saludable y equilibrado para todos.

 

Escrito porIsabel JiménezPresidenta de la
Fundación Luz Solidaria.