Alianzas contra la Pobreza Energética

Comer o tener una temperatura adecuada en casa, ducharse, lavar la ropa o estudiar… estas son algunas de las problemáticas que sufren por culpa de la pobreza energética muchas familias españolas. Son situaciones reales que viven estas familias, en la mayoría de casos con niños menores, personas con alguna discapacidad o personas mayores.

Qué se entiende por pobreza energética

La pobreza energética es la situación en la que se encuentra un hogar en el que no pueden ser satisfechas las necesidades básicas de suministros de energía como consecuencia de un nivel de ingresos insuficiente y que, en su caso, puede verse agravada por disponer de una vivienda ineficiente en energía. Así lo define la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024 a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica del Gobierno.

Consecuencias de la pobreza energética

No poder garantizar una temperatura adecuada les expone a mayores enfermedades e incluso a la muerte. Sólo en España muere 1 persona cada 74 minutos por culpa de la pobreza energética.

Desgraciadamente 9 de cada 100 personas en España están muy lejos de alcanzar la temperatura de entre 18 y 22 grados que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una vivienda en invierno y los 25 grados en verano.

Según el Boletín sobre Vulnerabilidad social nº 17, elaborado por Cruz Roja, más del 90% de las personas atendidas por esta entidad tiene algún problema en su vivienda, de los cuales casi la mitad están relacionados con la calefacción y otra gran parte con la falta de aislamiento, goteras y humedades. La pobreza energética afecta sobre todo a mujeres (68%), y tiene una incidencia muy grande en hogares donde viven menores de 16 años (48,9%), familias monoparentales (14,4%) y familias numerosas (15.3%).

Más del 90% de las personas atendidas por Cruz Roja sufren de problemas de vivienda, siendo casi la mitad, relacionadas con la calefacción y otra gran parte por falta de aislamiento, humedades y goteras, según datos recogidos por Cruz Roja en su Boletín nº 17 sobre Vulnerabilidad social.

Cómo se mide la pobreza energética

Para poder monitorizar el grado de pobreza energética tomamos como referencia cuatro indicadores oficiales del Observatorio Europeo contra la Pobreza Energética (EPOV):

  • Gasto energético desproporcionado, que refleja el porcentaje de hogares cuyo gasto energético en relación con sus ingresos es más del doble que el de la media nacional.
  • La pobreza energética escondida, el porcentaje de hogares con un gasto de energía absoluta inferior a la media nacional.
  • La incapacidad para mantener la vivienda a una temperatura adecuada.
  • El retraso en el pago de las facturas.

Tras la actualización de los indicadores a finales de diciembre de 2021, de los cuatro principales indicadores de seguimiento, dos han empeorado, uno se ha mantenido estable y otro ha mejorado respecto a 2019.

La evolución del criterio de ponderación de la población con una temperatura inadecuada en la vivienda en invierno creció del 7,6% al 10,9%, mientras que el retraso en el pago de facturas pasó del 6,6 % al 9,6%. El indicador de gasto desproporcionado prácticamente se ha mantenido, pasando del 16,7% al 16,8% y el de pobreza energética escondida pasó del 10,6% al 10,3%.

Ayudar a quienes sufren pobreza energética debería ser cosa de todos

Desde Fundación Luz Solidaria estamos impulsando la lucha contra la Pobreza Energética a través de distintas acciones:

  • Asesoramientos personalizados a consumidores vulnerables.
  • Tramitaciones de ayudas al bono social, ya que sólo un 30% de los consumidores vulnerables están accediendo al bono social.
  • Defensa de derechos por cláusulas abusivas.
  • Paralización de cortes de luz.
  • Planes de pagos negociados.
  • Pagos de facturas pendientes en aquellos casos más críticos.

Gracias a la colaboración de empresas como Barea & Zango podemos impulsar y dedicar recursos a la reducción de la pobreza energética, colaborando directamente con las fundaciones y entidades del tercer sector que trabajan con los colectivos más vulnerables y contribuyendo al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Pacto Mundial: erradicar la pobreza en todas sus formas, poner fin al hambre, asegurar una vida saludable y promover el bienestar para todos los hogares, garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, reducir las desigualdades y asegurando el acceso a energías asequibles.

Escrito porIsabel JiménezPresidenta de la
Fundación Luz Solidaria.